La defensa personal es un conjunto de técnicas de lucha que sirven para vencer a cualquier atacante, sea cuál sea su fortaleza, sin necesidad de utilizar armas, simplemente utilizando nuestro propio cuerpo y mente. Es un arte que no se basa en la fuerza, sino en la velocidad y en la audacia de la reacción ante situaciones de peligro como robos con fuerza, amenazas o agresiones físicas.
Las técnicas de defensa personal sólo deben ser utilizadas en caso de emergencia real y con el necesario control, ya que su fin es tratar de reaccionar correctamente ante un ataque pero sin llegar a utilizar una excesiva violencia que pueda llevar a situaciones de riesgo al potencial agresor.
Hay que pensar que la defensa personal consiste en adaptarse de forma inteligente ante situaciones peligrosas que te ponen en riesgo y que no es necesario ser practicante de artes marciales para aprender a defenderse, cualquier persona puede aprender y utilizar este conjunto de técnicas de autodefensa. Lo más importante es mantener el autocontrol y aprovechar las circunstancias del momento para, con la velocidad, la sorpresa y la inteligencia, solucionar la situación de riesgo sin que nadie resulte herido.
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